Según el diccionario de símbolos de Cirlot: "Las
nubes presentan dos aspectos principales; de un lado se relacionan con la
niebla con el mundo intermedio entre lo formal y lo informal. De otro,
constituyen el océano de las 'aguas superiores', el reino del antiguo Neptuno.
En el primer aspecto, la nube simboliza las formas como fenómenos y
apariencias, siempre en metamorfosis, que esconden la identidad perenne de la
verdad superior. En el segundo caso, las nubes son progenitoras de fertilidad y
pueden relacionarse analógicamente con todo aquello cuyo destino sea dar
fecundidad. [...] Por lo mismo señala Bachelard que la nube es tomada también
(simbólicamente) como mensajero."
Quizás por este último motivo los grecorromanos
consideraban las nubes como la morada de los dioses. En el monte Olimpo, la
montaña más alta de Grecia, la más cercana a las nubes, vivían sus dioses.
Las nubes representan la libertad en la simbología
japonesa. Para la simbología china, las nubes representan transiciones o
cambios. La idea de las nubes como símbolo de evolución y transformación
también se mantiene en otras culturas como la hindú y la tibetana.
Artistas como Nobuyoshi Araki dedicaron parte de su obra
a reflejar las nubes que veía desde su balcón, en Skyscapes. Araki lo hizo
después del fallecimiento de su esposa, intentando encontrarla allí.